El saltador, que este fin de semana disputó el XVIII Meeting Basauriko Probak, una de las citas a destacar en el calendario del atletismo adaptado, voló hasta los 5,94 metros. Y a pesar de resistirse el objetivo, la prueba dejó "buenas sensaciones" para el atleta, "sobre todo en los primeros saltos", aunque después se fueran complicando a causa de la fuerte lluvia caída sobre la pista.
Pero el atleta no tira la toalla. La próxima semana tendrá una nueva oportunidad de conseguir la mínima A, fijada en 6,16 metros. Será en Valencia, en una de las pistas donde Xavi guarda mejor recuerdo, ya que allí logró su mejor registro (6,31 metros), por lo que no pierde la esperanza: "La mínima está para salir, pero no se acaba de dar. Sé que estoy para hacer la marca, pero no acaba de salir", recalcó Xavi, que confía en ese "último empujón" para estar en Río.